La verdad es que siempre fui una niña muy coqueta y presumida. Me encantaba bailar durante horas, crear coreografías con mi mejor amiga, pero el gimnasio no estaba en mi mente, mucho menos la musculación.

Por ciertos problemas de Asma y de Síndrome de Ovario Poliquístico tuve que tomar fármacos hormonales y Corticoides, lo que hizo que mi cuerpo cambiara en meses... Llegué a verme muy mal, incluso lloraba y desaparecía cuando salía de compras con mi madre. Al final los acabé dejando y tomé la decisión de comenzar a entrenar, como cualquier principiante.

​

Soy una persona muy estricta conmigo misma, y muy perfeccionista, el gimnasio empezó a formar parte de mi rutina diaria. Tanto, que poco a poco fui dejando kilos atrás y empecé a verme bien de nuevo pero siempre quería más y más, y lo que al principio fue perder peso, luego fue ir más allá, mi objetivo ahora era verme los abdominales.

Dedicaba horas a buscar información por Internet, y acabé asesorándome por personas, que o no estaban actualizadas o no supieron trabajar conmigo.

​

Adelgacé, mucho, hasta verme esa "tableta" tan deseada, pero como consecuencia acabé destrozada, fatigada desde que me levantaba, por más horas que durmiera. Tuve ansiedad, mucha, por más que comía siempre tenía hambre, y no era normal. Era un cansancio constante y yo sabía que algo no iba bien. Llegué a tomar la tercera parte de las calorías que debía ingerir al día, con una dieta muy desequilibrada, y como consecuencia, tras realizarme una analítica apareció un trastorno hormonal relacionado con la glándula Tiroidea y síndromes menstruales relacionados con amenorrea.

Tuve ansiedad, mucha, por más que comía siempre tenía hambre, y no era lógico, yo sabía que no lo estaba haciendo bien.

Quería mediar la situación, porque por más que trabajaba (podía pasar cinco horas al día en el gimnasio, haciendo incluso dos clases de Spinning diarias), no lograba sentirme bien y tampoco me veía como yo quería.

 

Gracias a mi ímpetu, a cambiar mi alrededor, a asesorarme con personas propiamente cualificadas y a realizar cursos y acabar el Grado de Enfermería, hoy tengo conocimientos, y se los errores que cometí.

Todo esto me ha servido para poder ayudar a personas que se inician o que llevan tiempo perdidas como yo lo estuve, de forma adecuada, saludable, equilibrada, conservando el bienestar, consiguiendo sus objetivos sin obtener consecuencias negativas.